El Museo Memoria y Tolerancia rinde homenaje a la ofrenda de día de Muertos a las personas no identificadas en fosas comunes en México, titulada Memoria y Dignidad.
Dedicar una ofrenda a los muertos que descansan, o quizás no, en la fosas clandestinas que proliferan a los largo y ancho de nuestro país, no es una tarea fácil.
El registro de más de 52,000 personas asesinadas sin identificar y enterradas de forma tan inhumana y deshonrosa, nos habla de la normalización de la violencia y de un creciente desprecio por la vida, pero también de la falta de estado de derecho y de la impunidad que convierte el crimen en su primera opción.
De acuerdo a la tradición, el Día de Muertos no regalan un alto en el camino para evocar con nostalgia, y amor en el recuerdo de los que se nos adelantaron en el camino, de la mano de una ofrenda que celebra y agradece su paso por el mundo y nuestra vida.
Es por ello que se ha dedicado está ofrenda a tienen sepultura en la clandestinidad e invita a los visitantes a pensar y sentir lo que experimentaron en sus últimos momentos y visibilizar el dolor de los familiares que no pueden llorar a sus muertos, frente una sepultura digna a causa del crimen que hoy toca la mayor parte de territorio nacional.
Así, además de ofrecer nuestro respeto a los fallecidos y acompañar en su dolor a sus padres, madres, esposas, esposos, hermanos, hijos y abuelos, esta ofrenda se levanta bajo la consigna de denunciar y hacer un llamado de atención para que este fenómeno se erradique de una buena vez de nuestro día a día.
Las cosas deben cambiar; nadie merece que sus restos sean tratados de esta manera. Nunca más.
Las fosas clandestinas son un claro testimonio de la desaparición forzada en nuestro país: una de las formas mas graves de ocultar los cuerpos de las personas asesinadas en mano del crimen organizado y la incontenible violencia del estado y la impunidad que hoy se vive en México.
Miles de cuerpos han sido hallados con el paso del tiempo en terrenos y lotes baldíos: de 2007 a la fecha, se calcula que se tiene alrededor de 50,000 cadáveres sin identificar.
El inicio de una Tragedia Nacional.
De acuerdo a una investigación ce la Universidad Iberoamericana (2019), en 2004, durante el sexenio de Vicente Fox, se dieron 320 casos de secuestros, los cuales incluían desapariciones forzadas.
La llegada de Felpe Calderón y su guerra declarada contra el crimen organizado, que Peña Nieto mantuvo vigente, tuvo en efecto opuesto: en vez de disminuir los delitos, los disparo exponencialmente: 2014 registro 1,698 secuestros, cifra que significo un incremento del 420%.
Pero el crimen que creció con mayor ferocidad fue el de las desapariciones: de acuerdo con los registros de la Comisión Nacional de Búsqueda, entre 2006 y 2012, (el periodo sexenal del presidente Felipe Calderón), 15,593 personas fueron victimas de desaparición forzada.
Algunas investigaciones han puesto en evidencia que estas desapariciones se encuentran relacionadas, en el caso nacional, con una supuesta impartición de justicia. Se realizan operativos y detenciones de presuntos criminales, pero se trata mayormente de personas inocentes cuyo paradero posterior resulta un misterio (Dayan, 2024).
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